Era una madrugada de invierno en la que me desperté algo extraño, me levanté y notaba como si todo fuese enorme, pensé que estaría malo, pero fui al cuarto de baño a lavarme la cara y no llegaba a verme en el espejo, hice un extraño camino para llegar a verme en el espejo y cuando me vi era una pequeña hormiga.
Tras unos minutos decidí aceptarme y salté hacia el suelo pensando que no pasaría nada , pero me estampé en el suelo y me desmayé.
Al abrir los ojos corrí hacia el cuarto de baño a verme en el espejo y me di cuenta que todo era un sueño, que no era una hormiga.
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