Lucía era una niña muy imaginativa y cada noche leía un
cuento.
Un día, leyó una historia sobre un pájaro que ayudaba a los
demás animales. Le gustó tanto, que una noche soñó que era él. Le parecía un
cuento increíble, y por eso se lo leía siempre que podía para soñar que se
convertía en él.
Lucía sufrió una metamorfosis psicológica. Además de soñar
que era un pájaro, en realidad, se pasaba horas y horas pensando por qué lugar
iba a viajar esa noche y dibujando lo que veía en sus sueños.
Lo que más le entusiasmaba de ser un ave era que podía volar
libremente y sentirse superior a los demás por ser más veloz.
Estaba tan obsesionada que cuando volvió del sueño pensó que
si se pegaba plumas en el cuerpo podría ser un pájaro de verdad.
En otro de sus sueños, estaba posada sobre un banco del
parque y un niño consiguió cogerla. Se la llevó a su casa y la metió en una
jaula. Desde ese momento se le quitó la obsesión de ser un ave al verse
encerrada sin tener libertad.
Ese sueño le curó de la metamorfosis psicológica que estaba
sufriendo.
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