jueves, 6 de marzo de 2014

Había una vez, en un pueblo de Jaén llamado Canena, un castillo en el que vivía un rey con su esposa y su hija. Un día de madrugada, cuando la luna llena se puso en el cielo, paso un caballero cristiano por los alrededores del castillo; la hija del rey se asomo por la ventana de su torre. El caballero la miro, y ambos se enamoraron. Cada noche el caballero iba a visitar a la hija del rey. Un día, uno de los guardias vio entrar a un hombre, el guardia vio que estaba con fa hija del rey y fue a comunicárselo al monarca. Una noche, el rey se metió en el cuarto de su hija para ver que estaba haciendo. El rey muy enfadado mando matar al caballero... Al caballero le cortaron la cabeza y a la hija del rey la encerraron en la torre más alta del castillo, con un trozo de pan duro y un vaso de agua. Al cabo de una semana la hija del rey murió. Y cada noche de luna llena se escuchan los gritos de la hija del rey y del caballero cristiano.

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