Este relato es muy positivo porque creo que todo esfuerzo
tiene su recompensa.
El texto trata sobre una niña que era distinta a los demás:
una chica tímida que llevaba libros a las horas libres de tutoría y que buscaba
la mirada de los profesores inteligentes para sentirse cómplice y no estar
sola. Gracias a eso y a su esfuerzo ha conseguido ser una mujer de provecho,
con trabajo, y no dejarse influenciar por la sociedad actual.
Me ha gustado la frase: "Al hacer de cada esfuerzo, de
cada miedo, de cada desengaño, de cada ilusión y de cada libro, un martillo con
el que picar los muros espesos que te rodean". Yo pienso que es una frase
que puede animar a cualquiera que lo lea.
Fue una niña muy valiente, que a pesar de todo decidió hacer
lo que le gustaba y aceptarse como era, aunque la trataran como un bicho raro.
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