En un pueblo pequeño hace unos años vivía una niña llamada Lucía. Vivía en una pequeña casa en el campo por lo que no podía ir al colegio, porque estaba muy lejos. Todos los días la niña se despertaba alegre , se vestía y se iba al campo a ayudar a sus padres. Un día al despertar vio que no había nadie, entonces miró el reloj y vio que se había dormido. Se acordó de un sueño que había tenido mientras dormía : se había imaginado que sería una gran música y que ayudaría a otros niños a aprender.
Al día siguiente Lucía se despertó con fiebre y su madre le aconsejó que se quedara en la cama. Como Lucía era muy inquieta, se levantó y se puso junto al fuego para estar calentita. Como se aburría cogió sus juguetes viejos y material reciclado y empezó a dejar fluir su imaginación.
Pasadas unas horas se quedó dormida porque había gastado todas sus fuerzas jugando. Día tras día Lucía se iba mejorando y poco a poco fue creando algo que nadie se iba a imaginar , era un saxofón que ella sola había creado con material reciclado y sus juguetes viejos que ya no utilizaba. Todos los días antes de que volvieran sus padres de trabajar lo escondía para que no lo vieran y darle luego la sorpresa.
Al día siguiente cuando sus padres llegaron de trabajar , se quedaron boquiabiertos al ver aquella maravilla que había realizado su hija. Lucía intentó soplar para ver si se podía tocar, pero se dio cuenta de que le faltaban algunos detalles. Hizo una boquilla y le puso un trozo de madera muy fina que haría de caña.
Poco a poco empezó a tocar este instrumento, sin ir a clases;ella sola se hizo una gran música.
Cuando tuvo quince años ya era una música profesional y toda su vida se dedicó a tocar este instrumento tan característico.
Su vida económica fue mucho mejor porque como hacía muchos conciertos ganaba mucho dinero.
El dinero lo invertía para mejorar la casa donde vivía con sus padres, también construía nuevas casas para las personas pobres de su pueblo, ya que vivían en pequeñas cabañas donde hacía mucho frío y no tenían ni luz ni agua.
A su edad de dieciocho años, Lucía decidió construir un gran conservatorio para todos aquellos niños y niñas pobres que querían ser músicos:ese era su sueño. El conservatorio no iba a costar dinero, sino que sería público y todo lo aportaría la asociación que ella había fundado, llamada "Pequeños músicos".
Lucía con la ayuda de sus padres y de algunas amigas recogieron firmas para que se pudiera hacer una nueva actividad, realizar instrumentos con material reciclado. Al cabo de unos meses ya estaba abierto el conservatorio, donde fueron muchísimos niños y niñas.
Pasaron unos años y se dieron cuenta de que el sueño de Lucía y de los niños se había cumplido, formaron una gran orquesta y fueron dando conciertos por todo el mundo. Todo el dinero recaudado lo destinaron a causas sociales. Así todos los niños y niñas alcanzarían sus sueños.
FIN
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