Por Halloween, Sabiote había organizado, en su castillo, una casa del terror. Entonces, yo me apunté y fuimos un grupo de personas en un autobús.Cuando llegamos, vimos que había mucha cola y que tendríamos que estar 4 o 5 horas esperando a que nos tocara. Decidimos volver a Canena y no entrar.Una vez metidos en el autobús, el chófer le estaba ayudando a otro colega, a aparcar su autobús. Entonces me dio frío. Primero, toqué el botón de la luz (la apagué) y después le di a otro botón que tenía dibujada una alarma. El autobús, se puso en marcha y yo estaba muy asustada porque creía que yo, lo había arrancado y nos íbamos a estrellar, pero no, el conductor ya se había metido y lo había arrancado él.Me llevé un gran susto pero menos mal, solo se quedó en eso, un susto.
martes, 29 de noviembre de 2016
Anécdota de Laura.
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