martes, 12 de diciembre de 2017

LA GIOCONDA


El aspecto de Leonor ciertamente era un tanto tranquilo y acaso podía impresionar a la gente veía este retrato por la tranquilidad que transmitía.
Era alta, flaca, no se podía decir si era jugadora de baloncesto o una mujer normal. Tenía el pelo estropajado, negro como la hematita y con el aspecto de nunca estar alterada. Tenía unos ojos achinados, una ropa vieja y una risa confusa. Su cejas eran pequeñas y estaban despobladas. Por lo visto le gustaba mucho salir al exterior.
Esta obra es propia del pintor renacentista, Leonardo da Vinci y se encuentra en el Museo del Louvre (París, Francia). El cuadro está protegido por múltiples sistemas de seguridad y ambientado a temperatura estable para su preservación óptima. Además es revisado constantemente para verificar y prevenir su deterioro.


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