La Mona Lisa
La Mona Lisa se
encuentra sentada en un sillón y posa sus brazos en el asiento. Se insinúa que la mujer se sitúa en una galería debido a que en el borde izquierdo de la pintura se ve la base de una columna. En
sus manos y en sus ojos puede verse cómo el pintor juega con la luz y la sombra
para dar sensación de volumen. La
cabeza está cubierta por un velo que simboliza la castidad, frecuente en los
retratos de esposa. También se atribuye el uso de este tipo de velo a las
mujeres embarazadas o en período post-parto. No presenta joyas ni signos que
indiquen que tenía gran poder económico.
En cuanto a los rasgos físicos, podemos observar que presenta un pelo castaño oscuro, piel clara y sus ojos te siguen a todas partes, además de ser marrones. Se caracteriza por tener unos labios finos y una nariz picuda. Es interesante fijarse en que no tiene cejas ni pestañas.
La postura que presenta la dama de tener el brazo izquierdo sobre la butaca y la mano derecha posada sobre la izquierda, transmite una impresión de serenidad y de que el personaje retratado domina sus sentimientos. Además. trasmite una distancia entre ella y el espectador. Dirige la mirada hacia su izquierda y presenta una sonrisa enigmática, ya que por un extraño efecto óptimo parece desaparecer cuando el espectador trata de fijarse en ella. Es decir, la sonrisa del cuadro desaparece al mirarla directamente y solo reaparece cuando la vista del espectador se fija en otras partes de la pintura.
La mayoría de los historiadores de arte creen que el fondo, que cuenta con valles y montañas, es un paisaje idealizado, extraído de la imaginación del artista. También se piensa que está inspirado en las vistas que Leonardo pudo divisar en los Alpes, durante su viaje a Milán, aunque también se dice que podría corresponder a la ciudad de Bobbio, en la región de Emilia-Romaña.
Finalmente, cabe destacar que el centro del cuadro es el pecho de la mujer y está alineado con el ojo izquierdo y los dedos de la mano derecha. Esto hace que se resalte la presencia del personaje en la composición.
En cuanto a los rasgos físicos, podemos observar que presenta un pelo castaño oscuro, piel clara y sus ojos te siguen a todas partes, además de ser marrones. Se caracteriza por tener unos labios finos y una nariz picuda. Es interesante fijarse en que no tiene cejas ni pestañas.
La postura que presenta la dama de tener el brazo izquierdo sobre la butaca y la mano derecha posada sobre la izquierda, transmite una impresión de serenidad y de que el personaje retratado domina sus sentimientos. Además. trasmite una distancia entre ella y el espectador. Dirige la mirada hacia su izquierda y presenta una sonrisa enigmática, ya que por un extraño efecto óptimo parece desaparecer cuando el espectador trata de fijarse en ella. Es decir, la sonrisa del cuadro desaparece al mirarla directamente y solo reaparece cuando la vista del espectador se fija en otras partes de la pintura.
La mayoría de los historiadores de arte creen que el fondo, que cuenta con valles y montañas, es un paisaje idealizado, extraído de la imaginación del artista. También se piensa que está inspirado en las vistas que Leonardo pudo divisar en los Alpes, durante su viaje a Milán, aunque también se dice que podría corresponder a la ciudad de Bobbio, en la región de Emilia-Romaña.
Finalmente, cabe destacar que el centro del cuadro es el pecho de la mujer y está alineado con el ojo izquierdo y los dedos de la mano derecha. Esto hace que se resalte la presencia del personaje en la composición.
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